Este proyecto de uso mixto, que se inspira en el querido lago Lady Bird y en el sendero para bicicletas y senderismo en el que está enclavado, cuenta con 108 habitaciones de hotel de lujo y 23 viviendas con un aire decididamente arbóreo. Los amplios ventanales permiten disfrutar del aire libre, mientras que los detalles en verde intenso materializan el contexto del lugar.
En el exterior del joyero, el acero y el bronce expuestos a la intemperie narran y ponen de manifiesto la fuerza y la belleza debidas al cambio y la adaptación. Una paleta de madera, bronce, cobre y piedra incorpora esta resistencia, aportando una artesanía detallada al diseño interior del edificio.
En el vestíbulo, un techo reflectante de cobre martillado se hace eco del movimiento del lago Lady Bird, visible al otro lado de la calle, y su tono hace referencia al color del agua cuando la puesta de sol se refleja en el lago. Los huéspedes son recibidos con un mostrador de roble blanco y bronce que refleja las molduras de bronce que adornan las ventanas exteriores. Un ascensor de bronce en este espacio conduce a los huéspedes y residentes directamente a uno de los nuevos restaurantes favoritos de Austin en la azotea, diseñado como el lugar perfecto para cócteles al atardecer y eventos privados.
Las habitaciones del hotel están diseñadas con artesanía local y muebles empotrados que se alejan de la típica estancia de hotel para convertirse en una experiencia de hospitalidad boutique pero confortable, incluidas barras empotradas de acero ennegrecido y marcos de cama de roble blanco hechos a medida.
Los detalles en madera se extienden por el restaurante y el bar, con suelos de roble blanco de grano final, mamparas de nogal y acero, paneles de pared Shou Sugi Ban y banquetas de nogal hechas a medida. El techo curvilíneo del bar evoca la forma de un piano de cola y envuelve a los comensales en banquetas en tonos joya. La iluminación por capas y la riqueza de los materiales se extienden al resto de instalaciones, como el club de billar, la sala de fitness, el spa y la cafetería. El lenguaje de diseño resultante refleja los principios arquitectónicos de honestidad, durabilidad y placer.
