Trabajando con Gensler Architect, nuestros objetivos eran crear una distribución eficiente y un entorno lúdico que potenciara el aprendizaje de los niños en un edificio patrimonial del centro de Toronto.

La guardería se compone de diferentes grupos de edad. Gracias a un minucioso estudio de las condiciones del solar existente, pudimos preparar aulas flexibles y convertibles que pueden acoger a niños pequeños, preescolares o grupos familiares, en función de la entrada de los niños. La distribución de cada aula es muy limpia, sin puntos ciegos para los profesores, lo que les permite centrarse en las necesidades de cada niño.

La infraestructura mecánica y de fontanería existente se modificó cuidadosamente para adaptarla al uso de guardería, al tiempo que se desarrollaban múltiples estrategias de conservación para mantener el valor histórico del edificio.
La zona de juegos al aire libre es un componente clave de la guardería. En todo el espacio exterior, se buscó activar e involucrar el mayor número posible de los cinco sensores de los niños: vista, tacto, oído, olfato y gusto. Cada zona se convierte en una estrategia de desarrollo para los profesores y un entretenimiento interactivo para los niños. Al igual que el diseño interior, la disposición y el diseño de la valla también se han estudiado y preparado cuidadosamente para cumplir todos los requisitos de patrimonio y seguridad.
