Ubicadas en el norte de la ciudad de Mérida, Yucatán, en una de las zonas con mayor desarrollo corporativo, las oficinas de Soft Restaurant ocupan el quinto piso de un edificio de usos mixtos. El espacio interior se organiza en torno a un núcleo abierto que integra las diferentes áreas de trabajo en un mismo volumen, promoviendo la interacción constante y el sentido de colaboración.
La fachada del edificio se abre en sus extremos norte y sur con grandes ventanales que inundan las oficinas de luz natural. Esta conexión visual con el exterior enmarca vistas, creando un diálogo constante entre el espacio interior y su entorno. El diseño interno apuesta por fluidez y apertura, priorizando áreas comunes amplias y vinculadas.
Los cristales curvos definen el carácter del diseño. Utilizados en esquinas redondeadas, suavizan las transiciones espaciales y aportan una sensación de continuidad y transparencia. Estos elementos están cuidadosamente combinados con materiales de origen regional como el chukum y madera, buscando un equilibrio entre modernidad y tradición.
En el área abierta, una disposición continua de estaciones de trabajo favorece la colaboración, mientras que espacios privados rodeados de cristales curvos garantizan concentración sin romper la fluidez del conjunto. Los materiales se seleccionaron no solo por su funcionalidad, sino también para rescatar técnicas constructivas locales, dando al proyecto una fuerte identidad regional.
