ISSASTUDIO abre las puertas del centro administrativo de Maison Lavande en la región del Bajo Laurentians, en Quebec. La Maison Lavande, que opera en el sector del agroturismo y la perfumería de lavanda, es una empresa familiar muy conocida y apreciada por los quebequeses. Para marcar el progreso y la continuidad de la empresa, tuvo que trasladar y ampliar su actual centro de producción -La Fabrique des Filles- para centralizar sus actividades de diseño. Este cambio proporciona a la empresa una mayor superficie de producción para sus diversos productos derivados de la lavanda.
El proyecto
Con el deseo de ofrecer a sus empleados un espacio de trabajo centrado en su bienestar, la propuesta de un entorno orientado a la naturaleza encajaba de forma natural. La nueva planta está situada en un distrito industrial, y como el equipo abandonaba un bucólico entorno rural, era importante enfatizar el vínculo con la naturaleza implementando elementos conectores naturales dentro de su nuevo entorno de trabajo.
ISSASTUDIO, anteriormente conocida como ISSADESIGN, una agencia especializada en diseño biofílico, recibió el encargo de diseñar el interior de la zona administrativa. Los servicios de arquitectura y dirección de obra corrieron a cargo de Syscomax. La firma visual del edificio, sugerida por Syscomax, es un bello conjunto de líneas geométricas definidas que combinan el estilo rústico con el escandinavo, a la vez que se hacen eco del logotipo de la empresa.
El encargo de los diseñadores consistía en concebir una distribución y un concepto estético sostenibles, acogedores y unificadores, sin asumir los códigos estéticos rurales asociados a La Maison Lavande. Además, la naturaleza siempre ha sido de gran importancia e inspiración para la familia de la Maison Lavande. Para el equipo de diseño, era importante incluir las formas y colores de la naturaleza en el proyecto. Con este enfoque, el reto del diseño era crear un entorno encantador, destacando la arquitectura del lugar, la identidad singular y el entorno natural a escala humana.
Pasillos y distribución de espacios
Los visitantes acceden al edificio por un gran pasillo. La entrada a la zona administrativa es sencilla y despejada, con techos bajos. La idea es contrastar con lo que los diseñadores llaman el claro, el gran atrio. El juego de niveles de los techos acentúa el efecto de grandeza que se siente al llegar a esta sala. Acogido por un inmenso techo catedral con una claraboya central, el atrio está inmerso en la luz natural y ofrece vistas a los campos de cultivo vecinos. Nada más entrar en esta sala, los visitantes sienten una feliz mezcla de elevación, calma y contemplación. El claro es el lugar ideal para la colaboración, con salones colaborativos, una cafetería y una gran sala de conferencias que puede albergar cómodamente hasta 12 personas. El diseño se inspira en la biofilia para ofrecer comodidad y tranquilidad.
Las oficinas administrativas están situadas en la parte trasera del atrio. La distribución es una mezcla de despachos cerrados y puestos de trabajo abiertos, según las necesidades de las funciones de los empleados. Todo el mobiliario está diseñado para ser colaborativo y maximizar el debate. También hay cabinas acústicas, que permiten a todos acceder a espacios más confidenciales.
Además, la distribución de las salas y oficinas se ha pensado de forma que todo el mundo pueda ver el exterior y disfrutar de la luz del día y las vistas del campo. La iluminación artificial se eligió meticulosamente para reducir al mínimo la cantidad de luz artificial necesaria, al tiempo que proporciona una hermosa distribución de la luz al autoajustarse según la hora del día. Por la noche, el atrio es el lugar ideal para disfrutar de la puesta de sol.
De vuelta al atrio, una escalera conecta con el nivel del jardín. El descenso conduce al visitante hasta los grandes ventanales, que permiten a todos aprovechar los avances visuales. Aquí se encuentra la acogedora cafetería y los espacios de transición que conducen a la fábrica: vestuarios, lavanderías y una sala de fitness accesible a todos.
Materialidad
La madera y los colores neutros fueron el centro de la elección de la materialidad para proponer un entorno sostenible en armonía con la naturaleza circundante. Los colores de acento, como el verde y el terracota, también se encuentran en las 2 plantas. Este juego de colores neutros y naturales crea un ambiente suave y tranquilizador, a la vez que energizante.
El techo del atrio está envuelto en paneles acústicos con aspecto de tejas como guiño a la estética campestre. Esta aplicación aporta una sutil continuidad a la arquitectura y es esencial para garantizar el bienestar controlando las reverberaciones sonoras generadas por conversaciones y eventos.
Por su parte, la ebanistería del proyecto retoma los códigos de la analogía natural a través de su juego de formas y texturas. Asemejándose a la piedra unas veces, y a la flora otras, mediante la integración de plantas y árboles, e incluso un jardín al pie de la escalera, la carpintería permite a los empleados explotar el espacio y personalizarlo mediante la adición de objetos decorativos significativos para ellos.
En conclusión, las instalaciones del centro administrativo de La Maison Lavande x La Fabrique des filles se diseñaron con vistas a ofrecer a todos los empleados un lugar de trabajo a la altura de sus ambiciones y dedicado al bienestar de todos.
