Justo enfrente del zoo Artis, en el señorial barrio de Plantage, en Ámsterdam, Bureau Fraai convirtió la monumental capilla "de Nieuwe Sint Jacob", que formaba parte de una institución psiquiátrica, en una consulta psicológica multicultural, llamada Adagio. La consulta se distingue de otras por ofrecer tratamientos en otras lenguas además del neerlandés a su clientela multicultural, con especial atención a las lenguas latinas.



Los arquitectos realizaron un diseño interior con un suelo en forma de "laberinto" y materiales principalmente circulares, abrazando cuidadosamente el monumental interior existente respetando y conservando las bellas características de la capilla.




La capilla, que originalmente formaba parte de una institución psiquiátrica fundada en 1866, acaba de ser renovada, tras lo cual Bureau Fraai realizó un diseño interior. El santuario central, de 13 metros de altura, donde se encuentra el órgano, se utilizaba originalmente como capilla y ahora constituye el corazón de la clínica. Las naves conectadas, con una altura de 5 metros, que ahora albergan las 20 salas de tratamiento, solían funcionar como comedores para la institución mental. El interior actual se caracteriza por los bellos pilares verde claro y amarillo con cornisas doradas, la refinada ornamentación y las vidrieras.



A los arquitectos les llamó la atención la calidad espacial y la abundancia de luz del espacio. Para el diseño interior, que debía ser acogedor y cómodo para los clientes y el personal, consiguieron preservar y reforzar estas cualidades y, al mismo tiempo, respetar los ornamentos y detalles existentes. Así, el espacio monumental se mantiene lo más abierto y transparente posible, y las nuevas intervenciones tocan lo menos posible los elementos existentes. Para dar al espacio abierto central una escala humana y una identidad única, se ha introducido un patrón verde-gris en el suelo que representa un laberinto lúdico. Este motivo, formado por losetas circulares de color verde, representa el proceso de los tratamientos que ofrece la consulta para ayudar a las personas a "encontrar el camino de vuelta".



Entre cada dos pilares se sitúan dos salas de tratamiento, cada una con su "propia" vidriera. Entre los pilares que dirigen la nave central se ha introducido un marco de ventana retranqueado muy refinado (con certificado plateado de la cuna a la cuna). Las cortinas translúcidas siguen creando intimidad en estas salas de tratamiento, al tiempo que siguen siendo lo bastante transparentes para que entre la luz y se mantengan visibles los pilares. El espacio de oficinas, incluida la zona de almuerzo y la cocina para el personal, está situado en el corazón del edificio. Con la instalación transparente y el uso sutil de colores verdes y grises, el nuevo diseño crea una atmósfera armoniosa y acogedora en la que la rica historia del monumento se respeta, se abraza y sigue siendo tangible.

