Con un personal, unos estudiantes y unos residentes cada vez más numerosos, la Fundación buscaba un nuevo espacio para reunir a su población en torno a diversos asuntos, entre ellos el culto. Ford 3 desarrolló un diseño sencillo con un interior flexible que centra la atención en su entorno con vistas envolventes del suelo al techo. Situado en una zona llana entre humedales y carreteras existentes de un campus más grande, el diseño sitúa los servicios públicos del edificio más cerca de la carretera principal y los oculta bajo un montículo de hierba plantada
con asientos integrados en el anfiteatro exterior. Esta elección refleja la modestia del cliente y crea intimidad para el centro comunitario, al tiempo que permanece cerca del resto del campus.
La estrecha colaboración con ingenieros estructurales y civiles, arquitectos paisajistas, acústicos, diseñadores de iluminación y diversos contratistas permitió una ordenada integración entre todas las funciones y sistemas ocultos. El suelo atlético de tablones de arce de pared a pared y el sistema de techo acústico de láminas de madera proporcionan cálidos tonos de madera natural que iluminan un espacio ya de por sí luminoso. El plano del techo, suspendido sobre un conjunto perimetral de finas columnas de tubo, se inclina hacia arriba desde el núcleo del edificio y se estrecha hacia arriba en los bordes para ofrecer una perspectiva forzada que abre aún más la conexión con el exterior
. Los voladizos exteriores varían en profundidad para maximizar la exposición a la luz diurna difusa del norte y mantener alejado el sol más intenso del verano. La inclinación del tejado permite que el sol invernal de ángulo bajo penetre en el espacio, proyectando sombras largas y profundas sobre el suelo uniforme. El sistema de techo de láminas de madera oculta una capa de espuma acústica sobre los equipos audiovisuales, los equipos mecánicos y una canasta de baloncesto retráctil. Los carros y detalles hechos a medida permiten que los sistemas integrados desaparezcan casi a la perfección para que el grupo pueda realizar sus actividades sin distracciones.
Los meticulosos detalles al ras abundan en todo el espacio. Los adoquines de piedra azul se extienden desde el exterior hasta los vestíbulos, los baños, la sala de música y la cocina del edificio. A continuación, se pasa a los tablones de arce de la sala principal. Ocultas bajo rejillas empotradas junto a las ventanas del suelo al techo, las bobinas de calefacción proporcionan un acondicionamiento suplementario a los sistemas primarios basados en el aire. Más allá, la visión continua se extiende hasta un prado de festuca. A diferencia de otras gramíneas, la festuca se extiende a medida que crece, y aquí se desploma hasta el plano del suelo, invocando las funciones y la sensación de un pabellón de parque o una carpa de música a pesar de estar completamente cerrado.
