Casa Goliana Mérida, es una residencia de mediados del siglo pasado, en la cual se realizó un proceso de restauración e intervención arquitectónica buscando rescatar los valores y materiales tradicionales de la arquitectura yucateca.
La casa cuenta con 200 metros cuadrados, considerando la estructura original que alberga la recámara principal, el área social y los servicios. La ampliación en la parte trasera de la propiedad cuenta con dos habitaciones adicionales, una en planta baja y otra en planta alta.
La parte histórica de la casa consta de tres crujías, donde se llevó a cabo un proceso de restauración en su estructura y en las carpinterías originales, preservando las puertas y ventanas existentes y reincorporando los pisos de pasta que se encontraban en el proyecto pero que se tuvieron que retirar y volver a colocar por cuestiones constructivas.
La paleta de colores utilizada en el proyecto es predominantemente neutra, (con excepción de los pisos de pasta), como se puede apreciar en los muros y los exteriores de cemento blanco y chukum. Se pretendía crear un espacio fresco y tropical mediante el uso de vegetación, muebles y piezas de madera en tonalidades naturales y crudas, donde el arte jugara un papel protagónico en el espacio.
La recámara principal se encuentra en la primera crujía de la propiedad, y que por el hecho de encontrarse en una esquina tiene una iluminación privilegiada ya que cuenta con dos sets de puertas dobles y dos de ventanas con vista al exterior donde las carpinterías fungen como regulador del paso de la luz.
En la segunda crujía se sitúa el acceso principal de la propiedad con un pequeño recibidor, y la sala de estar donde un bello y colorido mueble de madera tiene la doble función de ser una pieza de arte pero que igual esconde detrás de su estructura, la televisión.
La cocina, en la tercera crujía cuenta con una isla de chukum y granito que se integra al exterior por medio de un gran ventanal de herrería que se conecta a la terraza y que forma parte de la construcción nueva, respetando las proporciones de las alturas de las tres primeras crujías integrando el uso de piedra de la región en los pisos, utilizando el mismo formato de los pisos de pasta del interior, en esta parte se encuentra además de la terraza y un sofá de concreto el medio baño y el área de lavado.
En el patio central se encuentra la alberca que recorre la propiedad entre vegetación tropical hasta llegar a la ampliación del proyecto, cuya fachada de chukum cuenta con una volumetría pura, sobria y sencilla, misma que busca reinterpretar las proporciones tradicionales de la arquitectura yucateca donde el macizo sobre el vano es predominante. Esta área alberga dos habitaciones, una en cada nivel. La de la planta baja con una vista privilegiada a la alberca y a un pequeño jardín privado dando una sensación de amplitud y frescura. Contrastando con le lectura contemporánea de los acabados de chukum se encuentra el antiguo pozo de piedra de la propiedad que ahora funciona como una jardinera y que junto con el muro original de piedra unen simbólicamente el pasado con el presente.
Casa Goliana Mérida transmite una sensación de tranquilidad y confort, mediante el uso de sus materiales, colores y texturas, creando el ambiente perfecto para la relajación y el disfrute de quien la visite.
Equipo:
Arquitectos: Taller, Diseño y Construcción
Interiores: Estudio Laseu
Equipo de proyecto: Arquitecto Francisco Bernés Aranda, Arquitecto Fabián Gutiérrez Cetina, Ingeniero Alejandro Bargas Cicero, Arquitecta Isabel Bargas Cicero.
Fotógrafo: Manolo R. Solís
